"Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?", de Nicholas Carr (2011)
http://newjournalismnow.blogspot.com/2012/11/superficiales-que-esta-haciendo.htmlSociología, teoría del conocimiento, psicología social, cambio social, Internet
Resumen, anotaciones y comentarios de E.V.Pita (2012), licenciado en Sociología y Derecho
Título original: The Shallows: What The Internet is doing to our brains.
Autor: Nicholas Carr
Fecha de publicación: 2011
Editorial: Taurus
Editorial: Taurus
Indice
Prologo. El perro guardián y el ladrón.
Capítulo 1. Hal y yo
2. Los caminos viales
Disgresion sobre qué piensa el cerebro cuando piensa acerca de sí mismo
3. Las herramientas de la mente
4. La página personalizada
Disgresión sobre Lee Forest y su increíble audión
5. Un medio de la audición general
6. La viva imagen del libro
7. Mentalidad de malabarista
Disgresión sobre el crecimiento de las puntuaciones en los test de inteligencia
8. La iglesia de Google
9. Busca memoria Disgresión sobre la escritura de este libro
10. Algo como yo.
Texto de la contraportada:
" Google nos vuelve estúpidos? Nicho las Carr condensó así, en el título de un celebre artículo, uno de los debates más importantes de nuestro tiempo: mientras disfrutamos de las bondades de la Red, estamos sacrificando nuestra capacidad de leer y pensar con profundidad? En este libro, Carr desarrolla sus argumentos para crear el más revelador análisis de las consecuencias intelectuales y culturales de Internet publicado hasta la fecha. Nuestro cerebro, como demuestran evidencias científicas e históricas, cambia en respuesta a nuestras experiencias, y la tecnología que usamos para encontrar, almacenar y compartir información puede, literalmente, alterar nuestros procesos neuronales. Además, cada tecnología de la informacion conlleva una ética intelectual. Así como el libro impreso servía para centrar nuestra atención, fomentando el pensamiento profundo y creativo, Internet fomenta el picoteo rápido y distraído de pequeños fragmentos de información de muchas fuentes. Su ética es una ética industrial, de la velocidad ya la eficiencia. La Red nos está reconfigurando a su propia imagen, volviéndonos más hábiles para manejar y ojear superficialmente la informacion pero menos capaces de concentración, contemplación y reflexión. Este libro cambiará para siempre nuestro modo de entender y aprovechar las nuevas tecnologías".
Resumen:
Resumen exprés: Siguiendo la tradicción de Sócrates y luego McLuhan, que estudió las diferencias entre la cultura oral, de lectura y audiovisual, JNicholas Carr dice que el modo de pensar cambia según el modelo cultural, ya sea cuando era oral, como en las culturas campesinas, como cuando era leído oralmente, en la Edad Media, o leído mediante voz interior, caso de la cultura industrial, o con aportaciones audiovisuales, caso de la cultura postindustrial. Por ello, Internet supone otro cambio de mentalidad que disminuye las áreas del cerebro ocupadas del pensamiento profundo para dedicar más espacio a las áreas de búsqueda, rastreo y reconocimiento de señales. Cuando alguien lee un texto en Internet no lo lee sino que lo "escanea" como cuando examinamos los tomos de una biblioteca para localizar los títulos y "ver lo que hay". También insiste en que diversos estudios señalan que el cerebro necesita tranquilidad (por ejemplo, caminar por un jardín) para organizar sus ideas y asentar la memoria. Las experiencias demuestran que cuando la atención se dispersa (por ejemplo, con un procesador de textos que tiene múltiples ayudas al navegante), el rendimiento es menor y la capacidad memorización empeora.
La idea de este libro es que Internet está cambiando nuestros cerebros para adaptarlos al multiproceso (atender a seis tareas o más a la vez) y la gestión rápida de montañas de información. Su temor es que nos convirtamos en máquinas porque aspectos humanos como la compasión o la empatía necesitan tiempo para reposar en la menta y la frenética marea de datos de Internet impide la memorización y el asentamiento y razonamiento.
Desde el punto de vista sociológico
Obviamente, las nuevas tecnologías suelen conllevar cambios sociales y su ejemplo más palpable fue la revolución industrial a la que siguió el ascenso al poder de la burguesía, así como el paradigma cultural (la cultura de masas). La pregunta es cómo afectará la comunicación y las redes a la estructura social actual y qué tipo de cultura surgirá. Un cambio de pensamiento (por ejemplo, cuando surgió la defensa de la igualdad) suele conllevar una restructuración social (división de los tres poderes, etc...).
Si se mira desde una mera cuestión tecnológica, lo que vemos es que Internet es una extensión del llamado Taylorismo (mayor eficiencia en los procesos de produción), ya que ahora la información está disponible en cuestión de milisegundos, así como las llamadas de teléfono o los avisos de correo instantáneo. Es evidente que la globalización no sería posible primero sin el teléfono y el telégrafo y después sin Internet. Todo esto reduce los costes y agiliza la gestión de la produción. Por su parte, las estructuras neuronales del cerebro de quienes usan Internet (que no deja de ser una herramienta) se amoldan para procesar más rápido montañas de datos y prestar atención a varios procesos simultáneamente. Pero, según Carr, el resultado dista de ser eficiente, según demuestran los test ya que Internet conlleva una pérdida de atención que a su vez impide retener el contenido que examinamos. En realidad, en Internet "escaneamos" información mediante búsquedas veloces. Pero no asimilamos nada, según los estudios realizados, o lo hacemos de forma menos eficiente que una persona que busca los mismos datos en una enciclopedia.
Hay quien tiene la tentación de comparar el cerebro con un ordenador dotado de CPU y memoria (que ahora contaría con una memoria externa en Internet) pero Carr dice que no es así porque la información grabada en un disco duro no cambia por mucho que se pase a un lápiz a otro mientras que el cerebro tiene plasticidad y reordena continuamente la memoria y la clasifica y cambia. Por tanto, el cerebro es algo más que un procesador mecánico. Otra cosa es que Internet convierta nuestras mentes en... mentes artificiales.
Nueva visión del mundo
Otra cuestión que debate el autor es que Internet nos ofrece una visión fragmentaria del mundo sin contextualizar. Pone por ejemplo la idea de Google de escanear millones de libros y subirlos a la Red a disposición de todo el mundo. Resulta que ahora los lectores e investigadores seleccionan párrafos de ese libro (que aparecen en las búsquedas) pero no leen el resto del libro por lo que carecen de la visión general. Otro problema es que las búsquedas están definidas por un algoritmo que selecciona las más populares por lo que los investigadores tenderán a buscar citas que van a encontrar los demás mientras que antes seleccionaban textos perdidos en revistas que consultaban y que nadie había visto, por lo que podían dar sorpresas. La conclusión de Carr es que los buscadores, que en definitica son máquinas que funcionan con algoritmos, al final nos están condicionando nuestro pensamiento y, se deduce que uniformándolo (no hay más que ver cuantos millones de personas consultan Wikipedia).
Introdución
Carr menciona a McLuhan quien en los años 60 enterró la tecnología impresa que surgió con Guttenberg para sustituirla por la cultura electrónica (radio, televisión, cine). Ahora viene Internet con sus podcast, vídeos, webs. Carr, en línea con McLuhan, dice que, a largo plazo, el contenido de un medio importa menos que el medio en sí mismo a la hora de influir en nuestros actos y pensamientos. Lo que cambia son los patrones de percepción. Internet, con su banquete de información, se convierte en el amo de nuestras mentes (según Carr).
Capítulo 1
La idea principal de Carr es que nos hallamos en un momento de transición en la que el viejo proceso lineal de pensamiento es sustituido por otra mente que discrimina información en estallidos cortos, descoordinados o solapados.
Carr arranca con una escena de Odisea 2001 en la que el astronauta desactiva a la computadora asesina y averiada HAL mientras el ordenador le suplica que se detenga. La máquina, a medida que sus circuitos de memoria se apagan, nota que algo está cambiando y tiene miedo.
El autor dice que desde que apareció Internet algo ha cambiado porque no piensa oomo antes, ya que su concentración se disipa y leer un artículo largo le supone un esfuerzo. Otros adquieren destrezas como leer a supervelocidad en varias fuentes online y trocea los post de más de cuatro párrafos para buscar información. Deben procesar y clasificar cientos de textos instantáneos que les llegan de feed, RSS, twitter, facebook y otros, además de las continuas consultas al email.
Leer un libro es anticuado.
En las siguientes párrafos, Carr cuenta cómo en los años 80 se compró un ordenador hasta que en los 90 surgió Internet y en el 2005 la Web 2.0 y las redes sociales. En el 2007, ya se dio cuenta de que sus rutinas habían cambiado y dependía de los servicios de la Red. Tenía "mono" de mirar el correo o googlear. Internet lo había convertido en una especie de máquina de procesamiento de datos de alta velocidad, un HAL humano.
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Capítulo 2
Arranca con una anécdota sobre Nietzsche, que cuando se compró una máquina de escribir, cambió su discurso. Luego, comenta los avances de Freud y los neurólogos que descubrieron las neuronas.
Carr critica a Ramón y Cajal por decir en 1913 que "en los centros del cerebro adulto, las vías nerviosas son algo fijo, acabado, inmutable. Todo puede morir, nada puede regenerarse" aunque en su juventud tuvo sus dudas sobre ello. A partir de que nacemos, nuestro cerebro, un bloque de cemento congelado, se iría erosionando y degradando.
Pero estudios posteriores, como los de Merzenich, demostraron que el cerebro es plástico y no una máquina programada pese a que pronto se compararon las redes neuronales con los circuitos de una computadora y su cableado y el "hardware" y el "software" de fábrica y serie. Otros, como Olds, dijeron que el cerebro es capaz de reprogramarse y alterar la forma en la que funciona (la pista está en los enlaces sinapticos de las neuronas porque la experiencia hace que se refuercen o no [nota del lector: es como una especie de apagado o encendido, si es necesario usar mucho la vista, se activan más los circuitos de la memoria visual, o sea, que podría haber una especie de supervivencia evolutiva de unas sinapsis frente a otras por el mero uso]). Es lo que se denomina neuroplasticidad (capacidad de improvisación). Las experiencias dejan huella en la estructura cerebral.
Luego Carr reflexiona sobre lo que piensa el cerebro cuando piensa acerca de sí mismo con ideas de Aristóteles y Descartes sobre la función del cerebro.
Capítulo 3
Comenta la evolución de un niño que pinta su casa hasta el adulto que pinta un mapa para que sirva para la identificación y medición de fincas. A medida que progresó la cartografía, también cambio la visión del mundo. Lo mismo ocurrió con la medición del tiempo, cada vez más precisa, y que a su vez trasladó el trabajo en el campo a las fábricas [nota del lector: leer a Toffler y su idea del canon en "La tercera ola"]
Las tecnologías aumentan nuestras fuerza y destrezas (arado), amplían nuestros sentidos (contador Géiser, microscopio), sirven para remodelar la naturaleza (embalse) y amplían nuestra capacidad intelectual (reloj y mapa, así como periódico e Internet). Detrás de eso, algunos han visto un determinismo tecnológico (la invención del molino de agua creó sociedades feudales) frente a los que dicen que son artefactos neutrales (instrumentalismo). Carr se considera determinista (el progreso tiene su propia lógica que no es siempre coherente con los deseos de la gente).
En los siguientes párrafos describe la influencia del reloj o la escritura (y la famosa discusión de Sócrates porque escribir libros arruinaría la memoria de los jóvenes que antes recitaban oralmente los poemeas y la réplica de Platón, que ya era escritor). Mientras el mundo oral se caracterizaba por una profundidad emocional e intiutiva, la escrita y la alfabetización abrieron la mente e hicieron el pensamiento más profundo.
CAPÍTULO 4
Aborda los estudios de la imprenta.
CAPÍTULO 6
Compara las diferencias entre el libro y el lector electronico Kindle. Cree que el libro sobrevivirá.
CAPÍTULOS 7 Y 8
Describe las nuevas habilidades de los procesadores de textos y las webs que convierten al usuario en un experto malabarista multiproceso. También estudia los programas de búsqueda como Google (así como la historia de esta empresa y la idea de escanear todos los libros del mundo y ponerlos a disposición de todo el mundo en la Red [nota del lector: una loable idea si no eres el autor y el impresor del libro]).
8. La iglesia de Google
9. Busca memoria Disgresión sobre la escritura de este libro
10. Algo como yo.
Texto de la contraportada:
" Google nos vuelve estúpidos? Nicho las Carr condensó así, en el título de un celebre artículo, uno de los debates más importantes de nuestro tiempo: mientras disfrutamos de las bondades de la Red, estamos sacrificando nuestra capacidad de leer y pensar con profundidad? En este libro, Carr desarrolla sus argumentos para crear el más revelador análisis de las consecuencias intelectuales y culturales de Internet publicado hasta la fecha. Nuestro cerebro, como demuestran evidencias científicas e históricas, cambia en respuesta a nuestras experiencias, y la tecnología que usamos para encontrar, almacenar y compartir información puede, literalmente, alterar nuestros procesos neuronales. Además, cada tecnología de la informacion conlleva una ética intelectual. Así como el libro impreso servía para centrar nuestra atención, fomentando el pensamiento profundo y creativo, Internet fomenta el picoteo rápido y distraído de pequeños fragmentos de información de muchas fuentes. Su ética es una ética industrial, de la velocidad ya la eficiencia. La Red nos está reconfigurando a su propia imagen, volviéndonos más hábiles para manejar y ojear superficialmente la informacion pero menos capaces de concentración, contemplación y reflexión. Este libro cambiará para siempre nuestro modo de entender y aprovechar las nuevas tecnologías".
Resumen:
Resumen exprés: Siguiendo la tradicción de Sócrates y luego McLuhan, que estudió las diferencias entre la cultura oral, de lectura y audiovisual, JNicholas Carr dice que el modo de pensar cambia según el modelo cultural, ya sea cuando era oral, como en las culturas campesinas, como cuando era leído oralmente, en la Edad Media, o leído mediante voz interior, caso de la cultura industrial, o con aportaciones audiovisuales, caso de la cultura postindustrial. Por ello, Internet supone otro cambio de mentalidad que disminuye las áreas del cerebro ocupadas del pensamiento profundo para dedicar más espacio a las áreas de búsqueda, rastreo y reconocimiento de señales. Cuando alguien lee un texto en Internet no lo lee sino que lo "escanea" como cuando examinamos los tomos de una biblioteca para localizar los títulos y "ver lo que hay". También insiste en que diversos estudios señalan que el cerebro necesita tranquilidad (por ejemplo, caminar por un jardín) para organizar sus ideas y asentar la memoria. Las experiencias demuestran que cuando la atención se dispersa (por ejemplo, con un procesador de textos que tiene múltiples ayudas al navegante), el rendimiento es menor y la capacidad memorización empeora.
La idea de este libro es que Internet está cambiando nuestros cerebros para adaptarlos al multiproceso (atender a seis tareas o más a la vez) y la gestión rápida de montañas de información. Su temor es que nos convirtamos en máquinas porque aspectos humanos como la compasión o la empatía necesitan tiempo para reposar en la menta y la frenética marea de datos de Internet impide la memorización y el asentamiento y razonamiento.
Desde el punto de vista sociológico
Obviamente, las nuevas tecnologías suelen conllevar cambios sociales y su ejemplo más palpable fue la revolución industrial a la que siguió el ascenso al poder de la burguesía, así como el paradigma cultural (la cultura de masas). La pregunta es cómo afectará la comunicación y las redes a la estructura social actual y qué tipo de cultura surgirá. Un cambio de pensamiento (por ejemplo, cuando surgió la defensa de la igualdad) suele conllevar una restructuración social (división de los tres poderes, etc...).
Si se mira desde una mera cuestión tecnológica, lo que vemos es que Internet es una extensión del llamado Taylorismo (mayor eficiencia en los procesos de produción), ya que ahora la información está disponible en cuestión de milisegundos, así como las llamadas de teléfono o los avisos de correo instantáneo. Es evidente que la globalización no sería posible primero sin el teléfono y el telégrafo y después sin Internet. Todo esto reduce los costes y agiliza la gestión de la produción. Por su parte, las estructuras neuronales del cerebro de quienes usan Internet (que no deja de ser una herramienta) se amoldan para procesar más rápido montañas de datos y prestar atención a varios procesos simultáneamente. Pero, según Carr, el resultado dista de ser eficiente, según demuestran los test ya que Internet conlleva una pérdida de atención que a su vez impide retener el contenido que examinamos. En realidad, en Internet "escaneamos" información mediante búsquedas veloces. Pero no asimilamos nada, según los estudios realizados, o lo hacemos de forma menos eficiente que una persona que busca los mismos datos en una enciclopedia.
Hay quien tiene la tentación de comparar el cerebro con un ordenador dotado de CPU y memoria (que ahora contaría con una memoria externa en Internet) pero Carr dice que no es así porque la información grabada en un disco duro no cambia por mucho que se pase a un lápiz a otro mientras que el cerebro tiene plasticidad y reordena continuamente la memoria y la clasifica y cambia. Por tanto, el cerebro es algo más que un procesador mecánico. Otra cosa es que Internet convierta nuestras mentes en... mentes artificiales.
Nueva visión del mundo
Otra cuestión que debate el autor es que Internet nos ofrece una visión fragmentaria del mundo sin contextualizar. Pone por ejemplo la idea de Google de escanear millones de libros y subirlos a la Red a disposición de todo el mundo. Resulta que ahora los lectores e investigadores seleccionan párrafos de ese libro (que aparecen en las búsquedas) pero no leen el resto del libro por lo que carecen de la visión general. Otro problema es que las búsquedas están definidas por un algoritmo que selecciona las más populares por lo que los investigadores tenderán a buscar citas que van a encontrar los demás mientras que antes seleccionaban textos perdidos en revistas que consultaban y que nadie había visto, por lo que podían dar sorpresas. La conclusión de Carr es que los buscadores, que en definitica son máquinas que funcionan con algoritmos, al final nos están condicionando nuestro pensamiento y, se deduce que uniformándolo (no hay más que ver cuantos millones de personas consultan Wikipedia).
Introdución
Carr menciona a McLuhan quien en los años 60 enterró la tecnología impresa que surgió con Guttenberg para sustituirla por la cultura electrónica (radio, televisión, cine). Ahora viene Internet con sus podcast, vídeos, webs. Carr, en línea con McLuhan, dice que, a largo plazo, el contenido de un medio importa menos que el medio en sí mismo a la hora de influir en nuestros actos y pensamientos. Lo que cambia son los patrones de percepción. Internet, con su banquete de información, se convierte en el amo de nuestras mentes (según Carr).
Capítulo 1
La idea principal de Carr es que nos hallamos en un momento de transición en la que el viejo proceso lineal de pensamiento es sustituido por otra mente que discrimina información en estallidos cortos, descoordinados o solapados.
Carr arranca con una escena de Odisea 2001 en la que el astronauta desactiva a la computadora asesina y averiada HAL mientras el ordenador le suplica que se detenga. La máquina, a medida que sus circuitos de memoria se apagan, nota que algo está cambiando y tiene miedo.
El autor dice que desde que apareció Internet algo ha cambiado porque no piensa oomo antes, ya que su concentración se disipa y leer un artículo largo le supone un esfuerzo. Otros adquieren destrezas como leer a supervelocidad en varias fuentes online y trocea los post de más de cuatro párrafos para buscar información. Deben procesar y clasificar cientos de textos instantáneos que les llegan de feed, RSS, twitter, facebook y otros, además de las continuas consultas al email.
Leer un libro es anticuado.
En las siguientes párrafos, Carr cuenta cómo en los años 80 se compró un ordenador hasta que en los 90 surgió Internet y en el 2005 la Web 2.0 y las redes sociales. En el 2007, ya se dio cuenta de que sus rutinas habían cambiado y dependía de los servicios de la Red. Tenía "mono" de mirar el correo o googlear. Internet lo había convertido en una especie de máquina de procesamiento de datos de alta velocidad, un HAL humano.
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Capítulo 2
Arranca con una anécdota sobre Nietzsche, que cuando se compró una máquina de escribir, cambió su discurso. Luego, comenta los avances de Freud y los neurólogos que descubrieron las neuronas.
Carr critica a Ramón y Cajal por decir en 1913 que "en los centros del cerebro adulto, las vías nerviosas son algo fijo, acabado, inmutable. Todo puede morir, nada puede regenerarse" aunque en su juventud tuvo sus dudas sobre ello. A partir de que nacemos, nuestro cerebro, un bloque de cemento congelado, se iría erosionando y degradando.
Pero estudios posteriores, como los de Merzenich, demostraron que el cerebro es plástico y no una máquina programada pese a que pronto se compararon las redes neuronales con los circuitos de una computadora y su cableado y el "hardware" y el "software" de fábrica y serie. Otros, como Olds, dijeron que el cerebro es capaz de reprogramarse y alterar la forma en la que funciona (la pista está en los enlaces sinapticos de las neuronas porque la experiencia hace que se refuercen o no [nota del lector: es como una especie de apagado o encendido, si es necesario usar mucho la vista, se activan más los circuitos de la memoria visual, o sea, que podría haber una especie de supervivencia evolutiva de unas sinapsis frente a otras por el mero uso]). Es lo que se denomina neuroplasticidad (capacidad de improvisación). Las experiencias dejan huella en la estructura cerebral.
Luego Carr reflexiona sobre lo que piensa el cerebro cuando piensa acerca de sí mismo con ideas de Aristóteles y Descartes sobre la función del cerebro.
Capítulo 3
Comenta la evolución de un niño que pinta su casa hasta el adulto que pinta un mapa para que sirva para la identificación y medición de fincas. A medida que progresó la cartografía, también cambio la visión del mundo. Lo mismo ocurrió con la medición del tiempo, cada vez más precisa, y que a su vez trasladó el trabajo en el campo a las fábricas [nota del lector: leer a Toffler y su idea del canon en "La tercera ola"]
Las tecnologías aumentan nuestras fuerza y destrezas (arado), amplían nuestros sentidos (contador Géiser, microscopio), sirven para remodelar la naturaleza (embalse) y amplían nuestra capacidad intelectual (reloj y mapa, así como periódico e Internet). Detrás de eso, algunos han visto un determinismo tecnológico (la invención del molino de agua creó sociedades feudales) frente a los que dicen que son artefactos neutrales (instrumentalismo). Carr se considera determinista (el progreso tiene su propia lógica que no es siempre coherente con los deseos de la gente).
En los siguientes párrafos describe la influencia del reloj o la escritura (y la famosa discusión de Sócrates porque escribir libros arruinaría la memoria de los jóvenes que antes recitaban oralmente los poemeas y la réplica de Platón, que ya era escritor). Mientras el mundo oral se caracterizaba por una profundidad emocional e intiutiva, la escrita y la alfabetización abrieron la mente e hicieron el pensamiento más profundo.
CAPÍTULO 4
Aborda los estudios de la imprenta.
CAPÍTULO 6
Compara las diferencias entre el libro y el lector electronico Kindle. Cree que el libro sobrevivirá.
CAPÍTULOS 7 Y 8
Describe las nuevas habilidades de los procesadores de textos y las webs que convierten al usuario en un experto malabarista multiproceso. También estudia los programas de búsqueda como Google (así como la historia de esta empresa y la idea de escanear todos los libros del mundo y ponerlos a disposición de todo el mundo en la Red [nota del lector: una loable idea si no eres el autor y el impresor del libro]).
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